La ciudad no la tiene fácil.

Reflexión personal en torno al Seminario Internacional Construcción de ciudadanía y nuevos actores en las grandes ciudades.

Octubre 13 y 14, 2014 – CEIICH, UNAM.

El seminario da cuenta de diversas interpretaciones, aplicaciones, teorías, metodologías, datos duros y experiencias de saberse ciudadan@ –diversas formas de aproximarse al gobierno, a la sociedad y al espacio público, me parece que la ciudad no la tiene fácil. No podía ser de otra forma, todo indica y lo corrobora Sergio Tamayo, que los espacios ciudadanos son espacios de conflicto, la ciudad es el marco del ejercicio de la ciudadanía sostenida en la arquitectura del antagonismo y se caracteriza por la lucha social. Somos la masa critica forastera, algunas veces ajena y dispersa, señala Joan Subirats, debe ser la resultante de un gobierno que no nos representa, que ha roto el contrato implícito (entre la ciudadanía y el gobierno), ni su asomo de semejanza, todo lo contrario, quienes nos representan se han convertido en los privilegiados. Ante tan insuficiente intervención o nula capacidad de respuesta gubernamental aparece el “espíritu empresarial” en lo público, “el emprendedor social” –teóricamente colocado en la innovación social, –coloquialmente entendido como “búsquese la vida o arréglese por su cuenta”. Esta innovación social procura soluciones, da un guiño de control, aparenta un revés, seduce su autonomía que no pasa por instituciones, supera la participación ciudadana, aunque coyuntural y emergente que brota como incidencia, resistencia o disidencia, lo condena su escala -su limitada concreción radial. Habrá que asumirlo, no volverá el estado de bienestar que prescindía de la actuación ciudadana y el neoliberalismo no exime plenamente al Estado. El gobierno tiene mucho que cumplir y defender a favor de las ciudades y sus habitantes. No debe ser anhelado desde el imaginario social mesiánico, de ese proveedor que remata en clientelismo, el creador de cuadros políticos (Subirats los refiere como enclaves políticos territorializados) que contravienen la exigibilidad de la ciudadanía en lo público. La actuación del Estado debe ser garante de derechos: el “solucionismo” no es lo mismo que la garantía universal de los derechos sociales. Como mencionó Fabio Velásquez, hay que investigar para la acción, en una ciudad que defienda lo público. Si bien la participación ciudadana en Bogotá es informal y dinámica (no institucionalizada), ya ha conquistado victorias que no se remontan sólo en beneficios de grupos afectados, ni únicamente se abonan a la ciudadanía –la exigibilidad y la interlocución con el gobierno le obligan a éste a resolver necesidades y atender intereses de la ciudadanía, todo ello derivando en políticas públicas. Los temas de las nuevas ciudadanías son actores que logran visualizar y visibilizar el todo integrador, en acciones que construyen el sentido y el desarrollo de las ciudades como el agua, el transporte masivo, juventud, genero, la cultura, -entre otros temas que enfrentan las ciudades en el mundo.

Las instituciones de educación pública deben asumir los retos públicos con mayor legitimidad, Alicia Ziccardi los señaló como desafíos universitarios –tener presencia ante la conflictividad social. Ziccardi dice que nuestras instituciones educativas cuentan con la credibilidad necesaria para tomar el trabajo de consultores privados que contrata el gobierno. Debemos generar sensibilidad y consenso cuando existe resistencia del gobierno para que la sociedad participe, como enfatizó Ana Rosas, el rol de público, no es actividad, es modo de existencias.

construccion ciudadania Programacion Seminario

Perla Castañeda A.

@neoperla

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