El deterioro de la salud en el espacio público de la Ciudad de México advierte una generalizada y constante falla: falta de caminabilidad en banquetas. Esta investigación trae a la luz las acciones de gobierno y la diversa normatividad vigente en materia de infraestructura peatonal tanto de Ciudad de México, como de organismos internacionales, con la finalidad de caracterizar el espacio público saludable mediante un sistema de indicadores de satisfacción del espacio público. En 2009 la Organización Mundial de la Salud advirtió en el Informe sobre la Situación Mundial de la Seguridad Vial que no se hace lo suficiente para satisfacer las necesidades de los usuarios vulnerables y que esa vulnerabilidad está mayormente representada por los peatones. Lo que significa que los usuarios vulnerables de las vías de tránsito se enfrentan cada vez con más riesgos a la hora de utilizar y cruzar dichas vías; por ello, actualmente se considera que los peatones tenemos un mayor riesgo de muerte, lesiones y discapacidad. Algunos informes revisados para este estudio de la OMS demuestran que las aceras inadecuadas es un problema casi universal. Promover la salud en el espacio público mediante infraestructura peatonal de calidad es alentar la satisfacción de las personas en el mejoramiento y aprovechamiento de la ciudad. El beneficio de la regeneración de las banquetas en Ciudad de México tiene que ver con la salud de 20 millones de usuarios, ya que son los espacios que utiliza para moverse o estar. En el espacio público saludable, el peatón es primero –es considerado como la mediada primordial en la ciudad, le determina la caminabilidad segura y agradable. Por ello, cuando la administración pública brinda infraestructura peatonal de calidad, los peatones se benefician en el cumplimiento de la normatividad y acciones programáticas o de exigibilidad; con ello se debe dar una condición evaluativa capaz de aspirar y producir el espacio público saludable.